Matemática Falaz
- Fecha: 12 / Marzo / 2022
Antes de la Constitución de 1991, no había Corte Constitucional. Existía una Sala Constitucional, adosada a la Corte Suprema de Justicia. No una Corte. En mayúsculas. Que vele porque los principios constitucionales, el espíritu de las leyes, se protejan y se garanticen. Que el presidente Duque diga sin sonrojarse que “cinco personas no pueden tomar una decisión de esas”, refiriéndose a la reciente despenalización del aborto hasta la semana 24, significa que claramente le queda grande el puesto. ¿Y si hubieran sido seis o siete, o los nueve magistrados que conforman la Corte, también hubiera dicho lo mismo, señor presidente? O si no se hubiera despenalizado, en ese caso ¿la Corte sí habría actuado correctamente? Colombia no es una teocracia. Es un intento por construir una democracia.
Hace once años, cuando la Corte (no las personas que la conforman) tumbó la segunda reelección del presidente Uribe Vélez, sus escuderos se apresuraron a decir que siete personas no podían decidir el futuro de millones de colombianos. Y usted, señor presidente, en el mejor estilo del más rancio uribismo, nos vuelve a repetir la dosis de aritmética básica para deslegitimar meses, años, décadas del arduo trabajo de una sociedad por el reconocimiento de sus derechos. No, señor presidente. Un poco de respeto. Un poco de mesura. No sea tan ligero y, más que eso, tan abrumadoramente superficial. De un presidente uno espera una sindéresis propia de su cargo, no un juicio de valor tan deleznable y tendencioso. Tan gratuito.
Por descontado que le asiste a usted el derecho de disentir de la decisión de la Corte Constitucional. A todos, si a eso vamos. Pero no le queda bien al mandatario de todos los colombianos que deteriore y menoscabe, con semejante comentario, la importancia y la majestad de las instituciones y las leyes que juró defender cuando se posesionó, así genuinamente no las entienda o no las comparta. Se equivocó, señor presidente. Reconózcalo. Tenga el valor. Eso lo enaltecería.